Aquí podrá visualizar las últimas noticias relacionadas con el sector funerario
En el corazón del cementerio de San Clemente, dos testigos silenciosos de la historia de Lorca se preparan para recuperar su esplendor. Son los panteones del Vizconde de Huerta y de Casalduero, estructuras que cuentan con un profundo valor arquitectónico y emocional para la ciudad. La Comunidad Autónoma destinará cerca de 40.000 euros a su rehabilitación, un paso firme hacia la preservación del patrimonio cultural.
Los daños que arrastran estas joyas arquitectónicas tienen una fecha grabada en la memoria de Lorca: 11 de mayo de 2011. Aquel día, los terremotos que sacudieron la ciudad no solo dejaron huellas en sus calles y hogares, sino también en su patrimonio. Treinta y cuatro panteones históricos, inscritos en el Catálogo del Patrimonio Cultural de la Región de Murcia, sufrieron el impacto. Cornisas, cubiertas y detalles ornamentales se desplomaron; algunos elementos quedaron irrecuperables, mientras que otros fueron retirados para evitar riesgos mayores.
El Gobierno regional ha decidido actuar sobre dos de estas piezas únicas, catalogadas como Bienes de Relevancia Cultural. El panteón del Vizconde de Huerta recibirá una inversión de 19.627 euros, mientras que el de Casalduero contará con 21.235 euros para su restauración. Ambas construcciones, erigidas en el primer cuarto del siglo XX, representan la mejor arquitectura ecléctica de la ciudad, con estilos que combinan influencias neogóticas y medievales, e incluso detalles bizantinos y mudéjares.
La restauración no solo busca devolver la estabilidad estructural a estas construcciones, sino también conservar su simbolismo. El panteón de Casalduero, por ejemplo, destaca por su riqueza pictórica, un testimonio de la tradición artística de la época. Ubicados en la calle principal del cementerio, estos panteones no son solo lugares de reposo eterno, sino también monumentos que narran el pasado de una ciudad que ha sabido superar la adversidad.
Con estas obras, la Comunidad Autónoma no solo preserva un fragmento del patrimonio arquitectónico de Lorca, sino que también honra la memoria de un pasado que sigue vivo en sus monumentos. Para los lorquinos, este esfuerzo es un recordatorio de que la historia se reconstruye con cada gesto que apuesta por conservarla.
Fuente: VER