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En el cementerio Virgen de los Dolores de Crevillent, un espacio que cuenta la historia de la comunidad, se están llevando a cabo importantes obras de mantenimiento y mejora. El proyecto, dirigido por la concejala de Cementerios, María Jesús Alfonso Egea, responde a la necesidad de preservar y actualizar la infraestructura de este camposanto, especialmente en la zona más antigua, que requiere cuidados urgentes tras años de uso sin el mantenimiento adecuado.
Uno de los puntos prioritarios de estas obras es la instalación de un nuevo imbornal de pluviales en la entrada del cementerio. Con esta intervención, se espera redirigir el agua de lluvia y evitar que ingrese en la capilla, protegiendo así este espacio sagrado del deterioro causado por la acumulación de agua en los días de lluvia. Según explicó Alfonso Egea, la construcción del imbornal es una medida preventiva que ayudará a mejorar las condiciones de acceso y a proteger las instalaciones.
Además, el equipo de trabajo ha comenzado a lijar ciertas áreas del suelo del cementerio para asegurar una correcta evacuación del agua de lluvia hacia los imbornales. Este trabajo en el pavimento permitirá que la superficie redirija el agua hacia los puntos de drenaje, evitando encharcamientos y acumulación de agua en algunas zonas. Las raíces de un pino en la calle Numeración Moderna, que han levantado parte de la solera de hormigón, también serán removidas para dar lugar a una nueva solera que mantenga la estabilidad del terreno.
En cuanto a los nichos, las intervenciones alcanzarán a 110 cubiertas. Se estima que unas 30 cubiertas, que están actualmente en mal estado, serán reparadas, mientras que en otras 80 se construirá una base completamente nueva. Este proceso incluye la limpieza e impermeabilización de cada unidad, una medida fundamental para proteger los restos de las inclemencias del tiempo. Estas labores, que se extenderán a lo largo de calles simbólicas como San Pascual, Santísima Trinidad, Virgen de la Salud, Ángel de la Guarda, San José y Santa Faz, abarcarán una superficie total de 1.496 metros cuadrados.
Estas obras de conservación tienen un coste total de 56.225 euros, una inversión significativa que subraya el compromiso del municipio con la preservación del cementerio, tanto por su valor simbólico como por su función de servicio público esencial. Con la adecuación de los espacios y la mejora en su accesibilidad, se avanza hacia un cementerio más digno y cuidado, un lugar que honra a quienes descansan en él y ofrece a sus visitantes un entorno respetuoso y adecuado.
Finalmente, Alfonso Egea destacó que también se realizarán mejoras en los aseos del cementerio, en línea con los esfuerzos por optimizar las instalaciones y ofrecer un espacio de recogimiento y respeto para los habitantes de Crevillent y sus familiares. Estas obras no solo buscan resolver problemas de infraestructura, sino también garantizar que el cementerio sea un lugar que mantenga su dignidad y simbolismo para la comunidad.
La intervención en el Cementerio Municipal de Crevillent no es solo una obra de mantenimiento; es un acto de respeto hacia el pasado y de compromiso hacia el futuro, un esfuerzo por preservar la historia y dignificar el descanso eterno de quienes allí reposan.
Fuente: VER