Últimas noticias

Aquí podrá visualizar las últimas noticias relacionadas con el sector funerario

10 DICIEMBRE 2024

El ataúd que reveló el rostro de una mujer durante un siglo? y por qué ya no es visible


Esquelas.es | El ataúd que reveló el rostro de una mujer durante un siglo? y por qué ya no es visible
Vía: TheState / Redacción EFD Una belleza inmortal, ahora inaccesible

Por más de 150 años, el rostro de Sophie Nance, una joven que murió a los 28 años en 1853, fue visible gracias a un ataúd inusual y macabro: el cofre de Fisk, una innovación tecnológica de la época que incluía una ventana sellada para permitir ver los restos de los fallecidos. Enterrada en el cementerio de la iglesia Washington Street United Methodist, en Columbia, Carolina del Sur, Sophie se convirtió en una figura fascinante para curiosos, investigadores y visitantes.

Sin embargo, una serie de incidentes llevó a que su tumba quedara fuera del alcance del público, cerrando para siempre una conexión visual con el pasado.

Un símbolo de amor eterno

La historia de Sophie Nance es tan trágica como intrigante. Su tumba, con su ataúd de hierro fundido y su ventana de cristal, fue un símbolo del amor de su familia y su esposo, quienes querían preservar su memoria. Según el historiador de la iglesia, Michael Broome, el ataúd era un lujo exclusivo de las familias acomodadas. Sophie fue descrita como una mujer hermosa, cuyo fallecimiento dejó devastados a sus seres queridos.

Por décadas, su tumba fue una atracción poco convencional. Los visitantes bajaban al sótano de la iglesia para observar el ataúd, ubicado en un estrecho espacio bajo un edificio construido sobre el antiguo cementerio. Incluso grupos escolares y estudiantes universitarios exploraban el lugar, aprendiendo sobre las tradiciones funerarias del siglo XIX.

El accidente que lo cambió todo

El interés por la tumba de Sophie llevó a que las visitas se volvieran frecuentes e incontrolables, lo que preocupaba a los administradores de la iglesia. Pero el punto de quiebre llegó hace una década, cuando un grupo de visitantes accidentalmente dañó la ventana de cristal del ataúd. El impacto rompió el sello hermético que había conservado los restos de Sophie, acelerando un proceso de descomposición irreversible.

'Lo que antes era su rostro ahora es una masa blanca', explicó Broome. El incidente marcó el fin de las visitas al sepulcro, decisión respaldada por las recomendaciones de la aseguradora de la iglesia.

Un legado que perdura

Hoy, la tumba de Sophie Nance yace en el olvido, inaccesible para los curiosos. Aunque todavía atrae visitantes que desean conocer su historia, el acceso está completamente restringido. 'Es una política que antecede mi tiempo aquí, pero creo que es la correcta', comentó Broome.

La historia de Sophie Nance sigue viva, no en la ventana de su ataúd, sino en la memoria colectiva de un pasado que mezcla innovación, tragedia y la complejidad del duelo humano. Su tumba, aunque invisible, permanece como un recordatorio de cómo incluso el deseo de preservar lo efímero puede enfrentarse a los límites del tiempo.



Fuente: VER

Utilizamos cookies para mejorar su experiencia como usuario. Pulse aceptar para continuar navegando, o más información, si desea información adicional sobre el tratamiento de cookies que realiza nuestra web. Más información